LA TRAGEDIA DE LA ISLA DE LA PALMA
La sobrecogedora impresión que nos producen las imágenes del volcán Cumbre Vieja en erupción de la isla La Palma, no debe hacernos olvidar la tragedia real que se esconde detrás de ellas. La tremenda realidad es que está dejando sin sus casas y sus haciendas a miles de personas que viven de su trabajo, del cultivo del plátano, y otras labores, eminentemente agropecuarias.
Desde La Gran Logia Femenina de España (GLFE) queremos mostrar nuestro apoyo a nuestras Hermanas y Hermanos canarios y a todos sus habitantes.
Pese al desastre provocado por el volcán, constatamos que la sociedad está dando lo mejor de sí. No se trata de que algunos individuos se hagan “bonitos selfies” y otros cobren precios abusivos por alquileres de viviendas, sino de que toda la sociedad, desde la Jefatura del Estado y del Gobierno, desde las distintas administraciones y fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado, pero sobre todo las familias, vecinas y vecinos, con escasas excepciones, están poniendo todo lo que pueden de su parte para ayudar a quienes lo han perdido todo, acogiéndolos en sus casas y proporcionándoles lo que precisan.
Esperamos y deseamos que las distintas iniciativas solidarias, públicas y privadas, se pongan al servicio de las necesidades reales de las personas, y no queden en meros programas de televisión. Ojalá que este impulso de ayuda sincera perdure en el tiempo, dado que se trata de un desastre con consecuencias de larga duración.
La unión de la clase científica, política y asistencial, junto a las personas de carne y hueso que habitan en la isla y colaboran activamente en la ayuda real a los afectados, es la manifestación de la FRATERNIDAD con mayúsculas que tanto necesitan, pero que también necesita toda la sociedad. El ejemplo que están dando, debería servir para que comience a sanar esta sociedad, tan necesitada de decencia y honradez.
Consejo Federal
Gran Logia Femenina de España
