Masonería femenina hoy

El método masónico no impone una ideología, sino que ofrece un marco genérico de valores y, por lo tanto, admite y exige el pluralismo en su interior. Promueve la reflexión y da libertad a la consciencia, abriendo las puertas a una interpretación que puede tener varios sentidos. La Iniciación masónica es un proceso de autoconocimiento progresivo que empieza con un ritual específico y continua día a día.

Una masona, como cualquier otra persona vive inmersa en su tiempo histórico, donde, en general, la competencia feroz prima sobre la ayuda mutua y la manipulación es un arma sutil que debe afrontarse mediante la reflexión libre, filtrada por un corazón respetuoso y sincero.

La masonería en general, y la Gran Logia Femenina de España en particular, no hace proselitismo, solo intenta, con su ejemplo, construir una sociedad mejor, basándose en sus principios masónicos generales.

La razón de ser de una masonería femenina que, hoy por hoy, es muy activa en todo el mundo, se debe a su plena conciencia de que, a pesar de haber conseguido un estatus jurídico próximo a la igualdad, la sociedad del siglo XXI continúa siendo patriarcal. Su elección, en general, responde al interés por encontrar un tiempo y un espacio de palabra original y de mirada hacia la profundidad de su esencia femenina que le permita tomar conciencia de sí misma, cuestionándose los roles preestablecidos durante siglos por una sociedad, en la que se siente llamada a participar.

La Historia, en muchas ocasiones, ha manipulado la imagen de la mujer, desvirtuándola. Durante siglos se han estableciendo unos roles que atan tanto a mujeres como a hombres, aunque a ellos les ofrezca más y mejores oportunidades. 

Como masonas tampoco olvidamos que somos una parte de la Humanidad y que la otra parte es el hombre. En este sentido y como nos parece lógico, nos relacionamos con Grandes Logias mixtas o masculinas en diversos foros masónicos nacionales e internacionales. 

La masonería no es una enseñanza reglada sino una orden iniciática y, por tanto, es algo optativo. Como masonas consideramos que la escuela debe instruir y educar a las niñas y a los niños por igual. Esa escuela no debe diferenciar, debe ser mixta y laica, pero la Masonería, como hemos visto, ofrece algo distinto, algo más íntimo y personal que, en nuestro caso, preferimos realizar más cerca de nuestra propia identidad, entre mujeres, precisamente porque aún no se ha conseguido el objetivo de la plena igualdad entre mujeres y varones, tanto en las leyes como en las conciencias. 

La Gran Logia Femenina de España desea y trabaja para que la sociedad evolucione frente al desequilibrio que hasta ahora se viene dando entre lo que se consideran roles femeninos y masculinos entendiendo que en todo ser humano hay parte femenina y parte masculina que deben ser igualmente respetadas y deben fluir naturalmente. Solo así la Humanidad habrá llegado a la madurez de sus días y se empezará a vislumbrar un mundo mejor.