Barcelona, 5 de octubre de 2022
En ocasiones anteriores, al hablar, por ejemplo, de Helena Blavatsky, Annie Besant o Irène Mainguy, la Gran Logia Femenina de España ha hecho referencia a sus libros y publicaciones. Resulta muy interesante hacerlo por su importancia en la formación de una sociedad reflexiva, sin embargo, dentro de un apartado concreto dedicado a los libros, el género de la llamada literatura infantil y juvenil merece una mención especial. Los cuentos son historias, en la mayoría de los casos llenos de sabiduría, que nos vuelven a la infancia porque nos traen recuerdos, nos han marcado. Son muchos, pero de entre ellos, queremos destacar hoy uno en especial: Pinocho de Carlo Lorenzini.
Lorenzini nació en Florencia en 1826. De familia humilde, pasó su infancia en Collodi y por ello usaba el seudónimo de Collodi. Por sus ideas liberales, creía que la educación era el camino del pueblo hacia la conquista de su progreso y en 1875 comenzó a escribir libros infantiles y de texto que fueron utilizados en las escuelas italianas. Collodi ingresó en la Masonería a mediados del siglo XIX.
Pinocho, su obra más popular, es por su extensión más bien una novela y con su pretendida trama infantil Collodi envía un profundo mensaje espiritual, iniciático, esotérico y de desarrollo personal. En el fondo, es la historia del alma humana en su viaje de evolución espiritual.
Pinocho aspira a ser un niño de verdad, a qué aspiramos los seres humanos en general? En nuestro paso por la vida es fácil deslumbrarnos con cosas banales y complacientes, nos creemos importantes por una palmadita en la espalda, pero sin buscarnos a nosotros mismos, sin tener opinión propia y reflexionada, no estaríamos perdidos? Si a todos los que mienten a sabiendas les creciera la nariz, podríamos andar por la calle?
El deseo de Geppetto, su “constructor”, es que llegue a ser un niño de verdad, y solo lo conseguirá si aprende y crece, por eso le envía a la escuela. Pinocho acude lleno de buenos propósitos, pero surgen los problemas cuando toma decisiones equivocadas sin hacer caso a Pepe Grillo que es la voz de su conciencia. En el Circo es aplaudido, pero por su orgullo termina enjaulado y, cuando el Hada azul viene en su ayuda, responde con mentiras y excusas que hacen crecer su nariz, porque no solo es malo mentir, como se les dice a los niños, sino que lo peor es engañarnos a nosotros mismos. Aun así, el hada le da otra oportunidad para que aprenda de sus errores, pero nuevamente y a pesar de los consejos de Pepe Grillo, Pinocho vuelve a sucumbir en la Isla del placer. Allí no cabe el esfuerzo y le crecen orejas de asno, porque la indiferencia y la satisfacción permanente del deseo tampoco ayudan al crecimiento del ser humano en su profundidad espiritual. Al volver a casa buscando a Geppetto, que también ha salido a buscarle, se encuentran los dos engullidos por la ballena, símbolo antiguo de la reconciliación del espíritu y la materia, en el mar que es símbolo del inconsciente. Pinocho muere por su acto de amor cuando, al escapar juntos, Geppetto no reacciona y él le entrega su último aliento. Es entonces cuando muere el muñeco y nace el niño por el amor desinteresado. Y es que, solo siendo sinceros con nosotros mismos, buscando y reflexionando, conseguiremos dar algo de luz a nuestras vidas. #GLFE #MasoneríaFemenina