Ascensión Chirivella: pionera de la abogacía en España
Ascensión Chirivella Marín (Valencia, 28 de enero de 1893 – México, 9 de abril de 1980) estudió Filosofía y Letras y Magisterio, pero al final siguió los pasos de su padre, abogado y procurador de los Tribunales de Valencia, y se licenció en Derecho en 1922. En ese mismo año, y con la intención de ejercer la abogacía, fue la primera mujer en formar parte de un Colegio de Abogados, el de Valencia, y también la primera en toda España, puesto que Victoria Kent y Clara Campoamor lo fueron unos años después, en Madrid.
Se especializó en Derecho Civil, implicándose de lleno en la reivindicación de los derechos de las mujeres desde el primer momento, con una oratoria elocuente y firme que le brindó éxitos importantes. Fue miembro del Partido “Unión Republicana Autonomista” (PURA) de Vicente Blasco Ibáñez, defendiendo con pasión los beneficios que la mujer fue adquiriendo en los años de la II República.
Casada con el también abogado y político Álvaro Pascual-Leone, tuvo una hija, Blanca, y, aunque dejó de ejercer la profesión de abogada, mantuvo un activismo social relevante. En este sentido, el 15 de diciembre de 1935, Chirivella dictó una conferencia, invitada por el Colegio de Abogados de Valencia, con el título “La Mujer y la Abogacía” impresa y publicada al año siguiente. En ella, y tras disertar sobre el papel de la mujer en la cultura renacentista italiana y en la Revolución Francesa, aborda el caso particular de la mujer en España, su pensamiento en torno al papel de la mujer en la sociedad y desde la profesión misma de abogada, que considera debe orientarse a “defender al humilde, animar al caído y proteger al niño”. Defiende los principios fundamentales de un nuevo Derecho “con el concurso de hombres y mujeres, con corazón para querer, proteger y defender por igual a todos, sin distinción de edad, sexo, condición ni estado”. Reclama para el obrero una legislación digna, que sustituya a la “que está escrita con su propia hambre y con su propia sangre” y también la realización de investigaciones de paternidad positivas, porque “(el Código Civil) cuando se encuentra con una criatura, hija de la debilidad, todo el apoyo que le presta la ley, es que se la marca con el estigma de su origen en el Registro Civil; y para baldón de un cuerpo legal sin fondo ético y sin entrañas, se amonesta a las buenas personas, para que no molesten a los padres con investigaciones indiscretas”.
En los últimos meses de la guerra civil española, Ascensión Chirivella viajó con su hija hasta Puigcerdà para pasar a Francia y en el puerto del Havre embarcó, ya con su marido, hacia México, donde residió hasta su muerte.
En el año 2021, la Universidad de Valencia le rindió homenaje y se editó el documental “La primera toga”, dirigido por Almudena Verdes, con guion de Carles Palau y José María Villagrasa.
Ascensión Chirivella, fue una mujer valiente y adelantada a su tiempo, pero su recuerdo quedó en el olvido durante demasiado tiempo. La Gran Logia Femenina de España quiere recordarla por su voluntad de superación personal y mejora de la sociedad con la ayuda de sus herramientas que eran su elocuencia, su corazón generoso y su sentido de la justicia.