MARY WOLLSTONECRAFT, PIONERA DE LOS DERECHOS DE LAS MUJERES
Barcelona, 13 de diciembre de 2021
Algunas personas son fundamentales para que se produzca un cambio positivo en la vida de la humanidad. Cuando estas personas son mujeres, es más difícil que sean conocidas por el gran público, por lo que es preciso insistir en divulgar el conocimiento generalizado sobre su pensamiento y sobre sus obras.
Este es el caso de Mary Wollstonecraft (27 de abril de 1759-10 de septiembre de 1797). Mujer ilustrada de extracción humilde, que debe ganarse la vida desde muy joven, pero con una gran inteligencia y un deseo genuino de mejorar la vida de todas las personas, incluyendo a las mujeres, cosa que no era lo habitual.
La Ilustración del siglo XVIII, con la consiguiente caída del Antiguo Régimen, fue posible gracias a un puñado de personas, entre ellas Mary Wollstonecraft, quien a los 27 años escribe “Pensamientos sobre la educación de las hijas”. En su obra deja sentada la necesidad de que se eduque a los niños siguiendo los criterios del filósofo John Locke, y a las niñas también, estimulando su inteligencia y no se les enseñe solo el arte de agradar. Dos años después escribe una novela, “Mary”, en la que insiste en la necesidad de la mejora de la vida de las mujeres.
Viaja a Paris en plena efervescencia ilustrada y trabaja, codo con codo, con los pensadores de la época. Escribe “Vindicación de los derechos de los hombres”, pidiendo la libertad y la igualdad, es decir, la condición de ciudadano, y la abolición de la de súbdito. La obra es muy bien recibida, pero Mary Wollstonecraft se encuentra con la cruda realidad: los derechos de los hombres son solo para los varones, así que escribe su magnífica “Vindicación de los derechos de las mujeres”, obra que marca el comienzo de las reivindicaciones de las mujeres como ciudadanas de pleno derecho.
El proceso de consecución de estos derechos ha sido largo y penoso y aun no se han conseguido en todos los países del mundo. Solo en el occidente rico, podríamos decir, son cada vez más una realidad, aunque hay que continuar luchando por la igualdad.
Nuestra hermana Clara Campoamor dice que la libertad se aprende ejerciéndola, pues bien, del mismo modo, la igualdad se aprende ejerciéndola, por lo que es imperativo que en esta nuestra doliente sociedad hagamos todo lo que esté en nuestras manos para conseguirla, y acabar con los estereotipos, la brecha salarial, la trata de mujeres y niñas para la prostitución, la pornografía, la servidumbre obligada, los casamientos forzosos, el tráfico de órganos…
Mary Woolstoncraft nos puso en ese camino hace tres siglos y la GLFE quiere reconocer su aportación para hacer que la libertad, la igualdad y la fraternidad sean una realidad en este mundo.