La GLFE ante el problema de la vivienda

El artículo 47 de la Constitución española declara que todos los españoles tienen
derecho a una vivienda digna y atribuye a los poderes públicos la obligación de
promover las condiciones y las normas para que ese derecho se cumpla. Los poderes
públicos, tanto estatales como locales, y también los poderes económicos han de
actuar con una visión social equitativa. Sin embargo, eso solo es la parte teórica, como
lo es también en muchos otros países en los que, bajo la excusa de que, para vivir en
un mundo libre y democrático, el acceso a la vivienda debe aceptar el ritmo del
mercado.


Para la GLFE, como para muchos ciudadanos, esta idea solo es una excusa que plantea
una situación injusta que debe ser revisada en todos los países. La vivienda es algo
crucial para la sociedad misma porque, sin ella, los jóvenes no pueden encauzar su
futuro con la mínima seguridad que necesitan. Por ejemplo, para crear una familia o,
simplemente, para hacer un proyecto de vida autónoma a cualquier edad.
El problema de la vivienda se arrastra desde hace décadas y es más o menos grave
según las ciudades o países que consideremos, aunque los responsables y la mayoría
de la ciudadanía sabemos que el acceso a una vivienda digna es un derecho humano
inalienable.
Hay temas, como este al que hoy nos referimos, que hacen necesario un mínimo de
acuerdo entre las entidades implicadas y eso no se está dando, por ambición, egoísmo,
intereses electorales y económicos, o por todo al mismo tiempo. Entre las prácticas
más dañinas podemos citar el que, en algunas ocasiones, se han vendido edificios de
protección social a fondos buitre para restaurarlos y venderlos a precios abusivos,
generando una clara gentrificación de barrios, y en demasiadas ocasiones, se
construye obra nueva a precios tan altos que los hacen inalcanzables.


Se hace necesaria y urgente la voluntad clara de todas las partes para llegar a una
solución. Todos sabemos que el acceso a la vivienda es uno de los motivos más claros
por los que la natalidad desciende y una sociedad sin jóvenes es una sociedad sin
futuro y en la que la brecha económica se ensancha y conduce a una polarización
social cada vez mayor. Existen más problemas y retos de nuestro tiempo, pero para la
Gran Logia Femenina de España éste es uno de los esenciales.
Confiemos en que la toma de conciencia ciudadana a la que asistimos así como las
iniciativas de las instituciones públicas que están poniendo el tema de la vivienda en el
centro del debate público, tanto a nivel nacional como europeo, den sus frutos en un
futuro muy próximo, ya que sin ello el progreso social se verá mermado más y más.

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