Barcelona, 8 de febrero de 2023
La Tierra, como planeta dentro del Universo que nos rodea, es un cuerpo vivo que, a veces, reacciona como ha reaccionado ahora: de forma dramática y dolorosa. Y no solo dolorosa por lo que representa un seísmo de tal magnitud, sino también por las dificultades de rescate ante la situación climatológica y por el hecho de que algunos de esos lugares, concretamente en Siria, son también zonas muy castigadas por la guerra.
Un desastre natural de tal magnitud es también una posibilidad que se nos ofrece para reflexionar sobre las decisiones políticas, laborales o de otra índole que nos afectan incluso cuando la naturaleza se desboca. Con los adelantos actuales, la prevención ha de ser esencial para que no sufran más quienes menos tienen, porque están soportando guerras o desabastecimientos, o, simplemente, porque sus viviendas están mal construidas.
Tan solo con imaginarnos el sufrimiento de las personas afectadas, tanto en Turquía como en Siria, nuestro corazón llora, por la impotencia de no poder ayudar más de lo que las circunstancias nos permiten.
Por todo ello, la Gran Logia Femenina de España quiere mostrar su profundo pesar y su dolor por tales acontecimientos, pero también su esperanza por todas las vidas que puedan rescatarse de los escombros gracias al esfuerzo de tantos y tantos que han brindado su colaboración. Queremos, además, mostrar nuestra solidaridad con la Gran Logia Masónica Femenina de Turquía y todas las masonas y masones que están ayudando de cualquier forma posible para demostrar que en el mundo actual la palabra Fraternidad no es algo vacío.
