La catedral de Santa Ana (Las Palmas de GC)

La Catedral de Santa Ana de las Palmas de Gran Canaria
En 1478, y por expreso deseo de los Reyes Católicos, se emprende la
conquista de Gran Canaria. La operación de armar escuadra y organizar la
expedición corre a cargo de Juan Rejón, el obispo Juan de Frías y el Deán
Juan Bermúdez (los tres Juanes). Desembarcan en las playas de la Isleta el 21
de junio e instalan el campamento considerado como el punto de fundación de
lo que hoy es la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, cerca del barranco
Guiniguada. Esta fundación tuvo lugar el 24 de junio, aprovechando que los
nativos canarios estaban celebrando la fiesta del solsticio de verano.
Posteriormente, los Reyes Católicos manifiestan su deseo de construir una
iglesia catedral en Gran Canaria para dar cumplimiento al mandato del Papa,
mandato que proviene de la solicitud de Fernando Calvetos a Eugenio IV en el
año 1435 para que el Obispado de Rubicón pasara a la isla de Gran Canaria.
La Plaza Mayor de Santa Ana es al mismo tiempo modelo y antecedente de las
distribuciones urbanas que se implantaron más tarde en múltiples ciudades de
América, donde también se sitúan frente a frente el poder religioso,
representado en este caso por la Catedral de Santa Ana, el edificio religioso
más importante de Canarias, y el terrenal, con las Casas Consistoriales
inauguradas en 1856.
La catedral de Canarias empezó a construirse hacia 1497 por mandato de los
mismos Reyes. Sin embargo, por falta de fondos, se tuvieron que paralizar las
obras en 1570. La larga historia del templo hace que en él se combinen estilos
tan distintos como el Gótico tardío de su interior y el Neoclásico del exterior. En
1974, la catedral de santa Ana fue declarada monumento histórico-artístico de
carácter nacional. Y entre 1996 y 1998 se restauró.
Observamos que esta construcción, tiene una orientación atípica en los
templos cristianos, que le permite conducir la luz del sol en el amanecer del
solsticio de verano, como postula la masonería. “Durante el amanecer de cada
24 de junio, el sol proyecta la sombra del templete que corona la fachada de la
Catedral sobre la fachada de las Casas Consistoriales”.


En la Catedral de Santa Ana se descubrieron durante la restauración citada
claves y simbología propia de la masonería grabadas en la piedra. Algunas
menos conocidas junto a la puerta del aire y nuestra representativa “escuadra y
compás” en diferentes posiciones, sobre todo, en los pilares centrales. Hay que
destacar que cuenta con 10 columnas exentas centrales y 22 cruciformes y con
capiteles corridos, adosados en sus paredes, lo que representa una verdadera
alegoría a la cábala.

La llegada y entronización de la devoción por Santa Ana está envuelta por
cierto halo de misterio y de leyenda, pues se cuenta que la misma mañana
fundacional del 24 de junio de 1478 el capitán Juan Rejón, al avanzar por el
litoral desde el Puerto de Las Isletas, se encontró con una señora mayor,
acompañada de una niña, que le indicó un bosquecillo frondoso, como el lugar
más apropiado y seguro para acampar y fundar una población. Rejón, muy
devoto de la Señora Santa Ana, no dudó en pensar que aquella mujer era la
madre de María. Por ello, la primera iglesia construida en el Real de Las
Palmas, la que se conoció en tiempos como “la iglesia de los conquistadores”,
quedó bajo la advocación y patronazgo de Santa Ana.

Por último, reconocemos los cuatro elementos en la catedral y su entorno: la
tierra en la que está construida; el agua en el nombre que recibió la calle del
oriente, Calle del Agua; el aire en la puerta del aire construida en cantería azul
y que conduce desde el interior del templo al Patio de los Naranjos, y el fuego
simbolizado por la apertura de la entrada del sol en el solsticio.

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